viernes, 7 de octubre de 2011
BISCET : DÍAS FINALES DE LA DICTADURA
Entrevista a Óscar Elías Biscet, opositor ,defensor de los Derechos Humanos, ex preso polìtico cubano.
¿Como un niño nacido en 1961, cómo recuerda su infancia en aquellos primeros años de la Revolución?
Bueno, en aquellos días prácticamente todos estaban con el Régimen, estaban esperanzados en que las cosas serían para bien. Era también un tiempo en el que había mucha desinformación, la gente no sabía con certeza lo que había pasado y menos lo que iba a suceder, pero había esperanza...
¿Cómo se fue modificando esta percepción?
Al ir creciendo me di cuenta, por ejemplo, de la manera como se comenzó a perseguir a la gente, por cosas como la religión... recuerdo esto porque tenía unos amigos que eran testigos de Jehová y sus familias sufrieron mucho. Luego, hacia finales de los 80, yo no tenía más de 17 años cuando me enseñaron que Cuba tenía un ejército para defender al país. Sin embargo, mis amigos y yo también nos enteramos de que ese ejército estaba peleando en otros países, en guerras que nada tenían que ver con nuestra seguridad... Con el paso del tiempo se demostró que eso era verdad...
¿Qué precipita su alineamiento con la oposición?
Ya desde antes de la caída de la Unión Soviética sabía que algo estaba pasando en el mundo comunista gracias a lecturas clandestinas, nada oficial pero sí información confiable. Todo esto, mientras hacía mis estudios en Medicina. A través de ese canal, mis compañeros y yo comenzamos a darnos cuenta de que algo se estaba gestando. Poco a poco nos fuimos organizando de manera informal, para reunirnos y conversar al respecto, hasta que a principios de los 90 mi militancia en grupos contestatarios fue muy notable.
Y comenzó la persecución
Sí y fui apresado. Estuve en la cárcel muchas veces, pero por períodos cortos, hasta que llegó mi detención en el 2002, cuando me golpearon y me fracturaron un pie. Estuve mucho tiempo sin juicio. Los cargos que tenía no eran tan graves y pude haber salido en libertad en unos tres años, pero entonces me consideraron como parte del grupo de los 75 y me “ajustaron” la condena a 25 años, según ellos, por trabajar para una potencia extranjera, cuando mi labor eran los derechos humanos. Ahora mismo, el hecho de que esté hablando contigo podría bastar para que me volvieran a detener y acusarme de que estoy reunido con alguien de un servicio del extranjero.
¿Qué pasó por su cabeza cuando, luego de haber estado preso por períodos cortos, tiene 25 años de condena?
Bueno, mira, cuando escuché la condena, me reí, porque sabía que, en realidad, no iba a estar preso 25 años por una simple razón: el Régimen está en el final de sus días. Hay tanto terror que la gente no actúa, pero más miedo hay en el Gobierno, porque saben que su tiempo se agota.
¿Cómo recuerda los últimos ocho años?
Me maltrataron bastante, me torturaron. Una de las torturas usadas en las cárceles cubanas son los solitarios en calabozos minúsculos, aislados y oscuros. Ahí me tuvieron una vez durante cinco meses ininterrumpidos, sin salir ni un segundo. Ahí mismo hacia mis necesidades, junto al agua que bebía y los pocos alimentos que recibía una vez al día, apenas para mantenerme con vida.
¿A qué atribuye su excarcelación y la del resto de presos políticos del grupo de los 75?
Quizás al cambio de mando... ya desde antes de eso ellos sabían que era un error político tenernos presos, pero la soberbia de Fidel es inmensa y por eso no había cedido a nuestra liberación. Con el cambio de poder y la agudización de la crisis económica en Cuba, el nuevo presidente (Raúl Castro) supo que no tenía otra alternativa que mostrar buena voluntad ante la comunidad internacional...
¿Qué opina de la aseveración de que ustedes, los opositores, son invisibles en Cuba, que no los conocen?
Mienten... es parte del terror que es promovido por su dictadura totalitaria. Quizá la gente no nos conozca personalmente pero sabe que existimos... tal vez no sepa quiénes somos, pero lo más importante es que sabe que este movimiento está vivo. Antes de caer preso en el 2002, fui al pueblo de mi esposa y visité poco más de una docena de casas. Poco después agentes de la seguridad del Estado se presentaron en esos hogares para amenazar a las familias. Claro que si se le pregunta al cubano promedio si sabe quiénes somos, quizá diga que no, por el temor tan arraigado que tiene.
Parte de las condiciones para su liberación era que se tenía que ir del país...
Podríamos decir que lo sugirieron. Me lo mostraron como oportunidad para cambiar de aires...
¿Por qué no se fue?
Porque este es mi país, porque estoy luchando por una causa justa, para que los cubanos tengan los derechos humanos que les pertenecen, que tengan libertad. Yo que he luchado tanto por eso, ¿lo voy a abandonar ahora? Imposible... aquí me quedaré y lucharé hasta el último de mis días.
¿Cómo es ahora su lucha, cuando está más vigilado?
Estoy en una fase de recuperación, tanto física como psicológica. Me excarcelaron el 12 de marzo y tuve que operarme la boca porque en prisión se me cayeron todos los dientes. No obstante, me he dedicado a comenzar a reestructurar la lucha... Sé que me juego la vida, pero eso es lo que he hecho desde hace 20 años...
¡LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS CUBANOS!
RED URUGUAYA POR DEMOCRACIA PARA CUBA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario