lunes, 24 de enero de 2011
CENTRAL SINDICAL URUGUAYA AL SERVICIO DE LA DICTADURA CASTRISTA
Editorial
Cuba sí, pero lejos
El pasado 17 de enero llegó a Miami Carmelo Díaz Fernández, líder sindical y periodista independiente, integrante de lo que se conoció como el Grupo de los 75.
Arrestado en 2003 y condenado a 16 años de cárcel, fue liberado por motivos de salud y enviado al exilio. En aquel año la OIT criticaba duramente al gobierno cubano por no respetar el derecho de asociación y de formación de sindicatos. La situación no varió y continúa la práctica de reconocer una única central sindical gubernista, controlada por el partido comunista, la prohibición de sindicatos autónomos y el ejercicio de los derechos sindicales más básicos.
Con este panorama de fondo, el gobierno anunció la implementación de una serie de medidas que están destinadas a sacar trabajadores del Estado a la vez que aumentar la cantidad de trabajadores independientes. Ello es nada más que una parte de las propuestas contenidas en el documento Proyectos de Lineamientos de la Política de que estarán a estudio del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba a desarrollarse en abril, con el objetivo central de reordenar el empleo -reduciendo la plantilla estatal en más de medio millón de trabajadores- y producir alimentos para evitar su importación, ya que Cuba no es autosuficiente en material alimentaria.
Como era de esperar, en Uruguay la movida cubana no pasó inadvertida, especialmente para el PCU y para el Pit-Cnt quien, según uno de sus dirigentes, deberá estudiarla a fondo ya que son defensores del proceso cubano desde hace 50 años.
Una vez más aparece en el Frente Amplio y en la central sindical esa contradicción básica al ser defensores a ultranza del gobierno cubano. Cómo bien se dice, la central de trabajadores uruguaya desde siempre admiró la revolución cubana aspirando a que Uruguay viviera un proceso similar. El resto del FA, encabezado por el PCU también lo hizo así, aunque en los últimos años, la dureza de la realidad se fue imponiendo y no son ya tantos los dirigentes de primer nivel que defiendan a ultranza al gobierno cubano. Las condenas internacionales a la violación de los derechos humanos en Cuba terminó por quitarles las vendas de los ojos.
Pero, increíblemente en el caso del Pit-Cnt, quizás por la preeminencia del PCU, persiste la idea de que Cuba es una maravilla víctima de la maldad estadounidense. Sin ir más lejos, hace unos meses, cuando murió el disidente Orlando Zapata después de 85 días de huelga de hambre, emitió una declaración apoyando al gobierno cubano y afirmando que todo se trataba de una campaña de desprestigio internacional contra Cuba orquestada por los EE.UU.
Es verdaderamente paradojal que en un país en el que las grandes mayorías no quieren ni quisieron un sistema socialista ni a la soviética ni a la cubana persistan organizaciones gremiales cuyos dirigentes tengan como modelo ese ideal. Sobre todo, porque demuestran una incoherencia esencial al llenarse la boca con las supuestas bondades del régimen de los hermanos Castro pero negándose a perder ninguno de los beneficios ni placeres que ofrecen el liberalismo político y la economía de mercado.
El País Digital
¡LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS CUBANOS!
RED URUGUAYA POR DEMOCRACIA PARA CUBA
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